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Ansiedad pre mundialista
Los últimos
días se han manifestado en mí, raros síntomas. No he podido dormir
relajadamente, necesito una y otra vez beber agua, estoy constantemente
intranquilo, quiero comer de todo, en fin.
Síntomas
comunes de ansiedad me dirías, pero resulta que lo curioso es que no tengo
motivo para estarlo, o al menos eso creía.
Luego,
transcurriendo los días con esta intranquilidad, me dí cuenta que no era el
único. En mi familia, entre amigos, en el trabajo, muchos compartían está
sensación de ansiedad, tanto hombres como mujeres, grandes y chicos.
Tranquilos;
no es nada serio. Quizás si es una especie de virus, pero no gripal. Solo
estamos sufriendo de ansiedad pre mundialista. Todos, propios y extraños, de
una forma u otra tocan el tema de la copa del mundo, sin distinción alguna,
hasta aquel o aquella que dice no importarle el fútbol se ven arrastrados por
esta ola.
Y no es
para menos, este es un tsunami de miles de millones de dólares. Todo lo que nos
rodea está futbolizado. Comemos, bebemos, soñamos y vivimos fútbol
literalmente. Si no me cree, vaya y pregunte. ¿Qué marca de bebidas, comida y
hasta de colchones no hace alusión al mundial?
Esta es la
cara bonita de este mundo globalizado y consumista. Así es la vida, así es el
mercado, así es el fútbol. Nuestra ansiedad pre mundialista se ve generada,
esté bien o no por nuestro contexto; todo este clímax de entretenimiento
deportivo lo alimenta y a quienes nos gusta y apasiona, lo disfrutamos. No hay
quien se resista a conmoverse y empatizar con comerciales tan llenos de fuerza,
motivación y sentimiento. Un ejemplo es el de la selección chilena y sus
mineros; aunque no sea nuestra selección, la propuesta es tan genuina y llena
de sentido de pertenencia que nos conmueve a todos.
A nivel
local aún no encuentro una propuesta tan fuerte, pero estoy en la búsqueda y escribiré
al respecto. Queda mucha cancha por recorrer, comentarios de barrio e ideas en
el aire, pero que aquí no aterrizaré. Mejor las dejaré como excusa para volver
a escribir, así de esta forma aplacaré mi ansiedad pre mundialista, cuando ya
solo restan 2 días, 21 horas y 02 minutos al momento de esta publicación para
que esta ansiedad se convierta en fiebre mundialista.
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